CAPILLA DE SAN SEBASTIÁN

En la parte central del retablo podemos ver la talla de madera policromada de San Sebastián. Representa al titular de la capilla con flechas que atraviesan diferentes partes de su cuerpo. Esta imagen se encuentra dentro de una hornacina con copiña y abundante decoración de relieves que representan follaje y cabezas de ángeles.

A la izquierda de la hornacina de San Sebastián se encuentra la pintura de San Juan Bautista que señala el cordero. Sobre esta pintura se vuelve a repetir el relieve de flechas cruzadas y la cabeza de ángel.

En la parte derecha del retablo, con decoración idéntica al otro lado, podemos ver la pintura de Santa Catalina de Alejandría con la rueda de su martirio a los pies.

Debajo de la imagen de San Sebastián se puede ver un nicho con una moldura parecida a la de las pinturas mencionades con un cristal. En este nicho podemos ver la fotografía del relicario de San Sebastián que se conserva en el tesoro parroquial. El día de la fiesta de San Sebastián se expone el relicario original, de plata.

En el segundo cuerpo del retablo, sobre la imagen de San Sebastián, podemos ver la pintura de Santa Catalina de Siena arrodillada ante la Virgen y el Niño. Niño lleva un corazón en cada mano. Encima de este cuadro está el escudo de los Estanda, una estrella de ocho puntas, patrones de la capilla. Este escudo se vuelve a repetir en la llave de la bóveda de arista de la capilla, en la puerta de la verja de hierro, en la lámpara y en un lado del altar.

En los extremos superiores del retablo se encuentran las tallas de San Gabriel a la izquierda y de San Rafael, a la derecha. San Rafael lleva un pez que se llama también rafael.

En la capilla encontramos unos bancos con la fecha de 1765. Los patrones de la capilla tenían los derechos de sentarse en la capilla a lo largo de las diferentes celebraciones y, después de su muerte, ser enterrados también en el suelo de su capilla.